Los cuentos del origen [Parte 1]

Carlos Marchant P.  •  8/24/2017

Caos y Orden

En el principio existía todo, sin embargo, su presentación era tan inasible que parecía que nada existía y eso era Caos.

Expresar la magnitud de Caos no puede quedar en los registros hablados o escritos de ninguna civilización, mucho menos puede ser definido por un simple relator, como es mi caso, pero es importante hacer hincapié en que Caos fue el primero y único y que todos somos parte de Caos y al final de los tiempos todo volverá a ser Caos.  ¿Cuándo nació? Siempre ha sido y probablemente siempre será una interrogante, pues es el dios más poderoso de todos; quizá sea realmente el único dios verdadero.

Sobre si Caos es una divinidad o la fusión de muchas otras se podría debatir largamente.  Por un lado, podría ser la sola consecuencia de la reunión de todos los entes primordiales: los dioses de los mundos, los creadores de multiversos, planetas y vidas.  Aunque si eso fuera así ¿de dónde nacen ellos? ¿Qué los crea? ¿Desde cuándo existen? Ante estas interrogantes, yo me inclino por el otro lado de la balanza, aquel que sostiene que estos entes existen debido a que Caos los ha creado, sin siquiera desearlo, a fin de cuentas, Caos no planifica.

La tesis que argumento en las próximas líneas está basada en lo anterior, y si bien es sólo una teoría, es la que a muchas mentes racionales parece acomodar de mejor manera.

La creación de las divinidades dentro de Caos debió haber sido un proceso complejo, las moléculas —que en ese entonces eran energías— deambulaban por el Caos con velocidades dispares e ignotas, a veces se esquivaban, pero otras, creaban unas colisiones tan grandes que alteraban más el desorden intríseco de Caos. Llegó a ser tal el grado de entropía dentro del dios primigenio que ocurrió lo inevitable, una probabilidad infinitesimal y la gestación del primer hijo del Caos, Vesmír.

Fue sólo cosa de tiempo para que el nacimiento de Vesmír indujese el nacimiento de otras divinidades: Svetlo, Tma, Zavanost, Pontos — por nombrar algunos— fueron deambulando por el inconexo e inentendible cuerpo de su progenitor y, buscando coexistir armónicamente, se jerarquizaron, definieron roles, funciones y comenzaron a comprender su poder, a direccionar el cuerpo del primigenio y convirtiéndose, de esta forma,  en la antítesis de su propio padre.  Habían creado el Orden.

El Orden era racional, permitía entender algunos procesos de Caos y daba sentido al espacio que estos dioses primarios conocieron; pero eso no implicaba que estuvieran fuera de Caos ¿Cómo estar fuera de Caos si él lo era todo?

Durante un tiempo que no se puede determinar, Caos y Orden coexistieron en un mismo cuerpo hasta que, de los nacimientos de divinidades que se seguían formando, nacieron los dos mellizos que cambiarían para siempre la historia, creando el cosmos tal y como lo conocemos hoy por hoy: Zivot y Smrt.